Yoga, meditacion y jyotish
Autor:
Krishna Alan Wiuker
Si deseas compartir
esta informacion hazlo compartiendo el link a la pagina. Para
cualquier otro uso por favor solicitar autorizacion.
Existe una íntima
relación entre el Jyotish o astrología védica
y el Yoga.
Ambas provienen de la misma fuente, de los Rishis, sabios
o videntes de la antigua India, y fueron no creadas por ellos,
sino descubiertas mediante revelación divina en profundos
estados de meditación y superconciencia mística.
Si estudiamos los orígenes del Jyotish veremos que
su principal uso es para la evolución espiritual y
una ayuda hacia el autoconocimiento y el entendimiento de
las leyes divinas, y no meramente para satisfacer una curiosidad
sobre futuros eventos, ni para justificar la propia personalidad,
conceptos que erróneamente suelen asociarse a la astrología
en general y más aun en occidente.
El Jyotish es una herramienta para comprender
el karma personal y los “samskaras”, tendencias,
o patrones de pensamiento y conducta fuertemente arraigados
en el subconsciente, que actúan creando un condicionamiento,
una especie de programa mental que suele llevar a repetir
la misma actitud una y otra vez y que forman lo que llamamos
la personalidad.
Pero este conocimiento en si sólo no es de mucha utilidad
si no tenemos una manera de poder cambiar sus efectos y eso
es el Yoga, considerado por los propios Rishis como el método
para trascender y liberarse de los efectos del karma.
Existe una parte del karma que no podemos cambiar, llamado
el “Prarabda” karma. Es como una flecha que ya
ha sido disparada y ya es tarde para cambiar su dirección.
Es el karma que ya está fructificando en ésta
vida aunque parte de él todavía no se haya manifestado.
Pero lo que si podemos cambiar, es la forma de reaccionar
ante ese karma, que es lo que está generando el karma
futuro.
Los Planetas son llamados en sánscrito “Grahas”
que significa “aquello que agarra” o “que
atrapa” y actúan como fuerzas que condicionan
la mente y los patrones de energía en el cuerpo astral
o sutil, manteniéndolos fijos y difíciles de
cambiar.
La disciplina por el cual los patrones mentales pueden cambiarse,
llegando a superar la fuerte atadura de los “Grahas”,
es el YOGA.
Existen varias técnicas o senderos dentro del Yoga
que actúan de manera diferente, siendo adecuadas para
los diferentes temperamentos y tendencias humanas, aunque
todos llevan finalmente al mismo resultado.
El Raja Yoga
El Raja Yoga consiste en la suspensión de todas las
agitaciones mentales o “vrittis”.
Esto es conseguido a través de una rigurosa autodisciplina
del pensamiento, desarrollando gradualmente la concentración
profunda, hasta alcanzar el completo silencio mental.
La dispersión del pensamiento es considerada la fuente
del sufrimiento.
En los Yoga Sutras de Patanjali, se indica: “angustia,
depresión, nerviosismo y respiración irregular
son todos síntomas de dispersión mental”.
La concentración eleva el nivel energético de
la mente y lleva al silencio interior.
En este silencio interior, la verdadera naturaleza del Ser
es percibida y experimentada, destruyendo la ilusión
de la ignorancia y experimentando la perfecta paz y conocimiento.
Mientras la mente está activa y agitada, el individuo
se identifica con sus pensamientos, asumiendo un falso sentido
del yo, identificándose como un individuo separado
del universo, lo que crea el sentimiento de insatisfacción
e infelicidad y creando el karma futuro.
¿Cómo controlar y silenciar esta turbulenta
mente?
Sin duda que la mente es difícil de controlar, pero
puede lograrse a través de una práctica contínua
y prolongada, acompañada de un desapego por el disfrute
de la experiencia sensorial.
Así como un atleta entrena su cuerpo y músculos
gradualmente, así la mente debe ser entrenada.
La mente es observada en todo momento para reconocer sus tendencias
o samskaras y estos son sustituidos por sus opuestos.
Por ejemplo, si observamos en la mente una tendencia al egoísmo,
podemos concentrarnos en la humildad, si vemos avaricia, entonces
en generosidad. Cada vez que vemos manifestarse el vritti
del egoísmo, en ese momento el vritti opuesto es cultivado
y desarrollado en la mente, una y otra vez, hasta que el samskara
del egoísmo es sustituido y cancelado por el samskara
positivo de la humildad y generosidad.
Cada vez que aparecen pensamientos negativos en la mente,
deben ser sustituidos conscientemente por sus opuestos, mediante
una perseverancia y firme voluntad.
De esta manera, los samskaras negativos se sustituyen y luego
se eliminan. Esta purificación de la mente acompañada
de restricciones y observancias éticas y morales, es
la base o cimiento para la meditación.
La principal práctica en el Raja Yoga es la meditación.
La mente tiene una tendencia o samskara de ir hacia fuera,
hacia los sentidos y la experiencia del mundo. La meditación
comienza recogiendo la mente de los sentidos hacia el interior
(pratyahara), luego desarrollando la concentración
en un solo pensamiento o idea (dharana) hasta que éste
fluye ininterrumpidamente sin perturbación (dhyana)
y cuando esta práctica es sostenida suficiente tiempo,
los samskaras son derrotados, sobreviniendo el estado superconsciente
o Samadhi, donde desaparece toda separación entre el
individuo y el todo, sujeto y objeto.
La meditación permite ubicarse en el mismo centro o
Ser interior, el refugio donde los efectos de los planetas
y el karma no llegan ni afectan.
Una de las técnicas de concentración más
poderosa y eficiente para controlar la mente, cambiar los
samskaras y destruir los efectos astrológicos adversos
es el “Japa” o la repetición mental de
Mantras. El universo entero es creado mediante el sonido o
Verbo. La mente no es otra cosa que sonido, solo que en una
frecuencia superior o más sutil. Los Grahas o planetas
influyen en la mente y la energía con sus propios sonidos
o frecuencias vibratorias. Los mantras son combinaciones de
sílabas que corresponden a vibraciones o sonidos específicos
de los nadis y chakras (los canales y centros de energía
psíquica en el cuerpo astral), actuando como llaves
o códigos de acceso a una energía y poder espiritual
superior latente y adormecido en cada ser humano.
De acuerdo a la “frecuencia” o nivel vibratorio
de nuestra mente, es lo que atraemos a nuestra vida. Pensamientos
oscuros y pesimistas atraen otros pensamientos similares y
situaciones de desgracia y sufrimiento. Pensamientos de ira
atraen la ira de otros hacia uno y crean situaciones de violencia
y destrucción. Pensamientos luminosos de amor, paz
y optimismo, atraen bendiciones y bienestar.
A través de los mantras, las frecuencias vibratorias
de la propia mente pueden cambiarse, elevarse y de esa manera,
cambiamos también todo lo que atraemos a nuestra vida.
Existen diferentes tipos de Mantras, para obtener diferentes
beneficios, incluso cada planeta tiene su propio mantra, los
cuales pueden ser utilizados con propósitos específicos,
para armonizar su energía y propiciar su influencia
positiva, pero los mantras más poderosos son los llamados
Moksha Mantras, o nombres de Dios, quienes actúan sobre
la raíz misma de la mente, despertando la conciencia
divina o de Dios. Todas las energías planetarias actúan
como servidores o instrumentos de Dios. Invocar la energía
divina es como ir directo a la fuente, al rey o amo de los
planetas, al creador de la propia ley del karma y fuente de
toda luz.
El Hatha Yoga
Existe una gran confusión en estos tiempos sobre lo
que es el Hatha Yoga, que suele asociarse a una mera disciplina
del cuerpo y desarrollo de la flexibilidad, llamándole
erróneamente yoga físico, mientras que eso es
sólo una muy pequeña parte de lo que éste
es en realidad.
La palabra Hatha significa la unión de “Ha”
o energía solar, con “Tha” o energía
lunar, los dos polos de la energía cósmica universal.
El Hatha Yoga trata básicamente con el manejo y control
de la energía sutil o prana, con el propósito
de controlar la mente y alcanzar el Raja Yoga, o silencio
mental y estado superconciente.
En el Hatha Yoga Pradipika, tratado tradicional autoritativo
de Hatha Yoga, su autor, Yogi Swatmarama, declara que se enseña
y practica el Hatha Yoga con el objetivo de alcanzar el Raja
Yoga o control y silenciamiento mental.
Agrega que el Hatha Yoga es como un monasterio en el que se
refugian los que se ven afligidos por las 3 clases de “tapas”
o sufrimientos. Estos son: “adhiatmica”, el sufrimiento
físico o mental,
“adhidaivika”, el sufrimiento causado por las
influencias planetarias y “adhibhautika”, o el
causado por elementos de la naturaleza como tigres, serpientes,
terremotos, inundaciones etc.
En el Hatha Yoga, la energía psíquica es controlada
desde su manifestación más densa, el movimiento
del cuerpo físico, luego en un nivel más sutil
que es el movimiento de la respiración y luego en niveles
más sutiles aún como el movimiento de energía
en el cuerpo astral, los nadis y chakras, hasta lograr un
control de los elementos de la naturaleza, tierra, agua, fuego,
etc, que en su forma sutil constituyen la mente misma.
Las prácticas del Hatha Yoga comienzan con los Yamas
y Niyamas, normas morales y éticas, una purificación,
desintoxicación y control del cuerpo a través
de una dieta apropiada, Kriyas y Asanas, posturas que se mantienen
firmes y quietas durante cierto período de tiempo.
Las asanas proporcionan la salud, firmeza y fortaleza necesarias
para poder mantener el cuerpo quieto, relajado y controlado
en las técnicas siguientes, que son los Pranayamas,
Bandas y Mudras, controlando la respiración y dirigiendo
el prana hacia el canal central o Sushumna nadi (canal de
energía correspondiente con la medula espinal), despertando
la Kundalini, el poder o energía creadora del universo
que yace dormida o potencial en el chakra básico, y
dirigiéndola hacia los chakras superiores hasta lograr
mantenerla fija en el Sahasrara Chakra, el centro de conciencia
divina. En este momento el estado de Samadhi o superconciencia
es logrado, junto con la aniquilación de todos los
samskaras logrando así la iluminación y liberación
del karma.
Existe una muy íntima relación entre el Hatha
Yoga y la astrología védica.
El universo entero o macrocosmos existe dentro de cada individuo
en su cuerpo astral o microcosmos.
Las energías del Sol y la Luna se manifiestan en cada
individuo como los dos polos del prana o energía vital,
la inhalación y la exhalación y forman los dos
nadis (canales de energía) principales que son: Ida
(Lunar)situado a la izquierda del cuerpo y conectado con la
fosa nasal izquierda y Pingala (solar) situado en el lado
derecho y conectado con la fosa nasal derecha. De la interacción
de estas dos energías surge toda actividad física
y mental. Los desequilibrios planetarios en la carta natal
individual, causan una perturbación en el equilibrio
y flujo de esta energía, haciendo que una predomine
excesivamente sobre la otra, perturbando la salud física
y el equilibrio mental.
A través del control de la respiración, equilibrando
y regulando las energías de inhalación y exhalación,
y desbloqueando los nadis podemos neutralizar estas aflicciones.
Las influencias maléficas de planetas como Saturno,
que causan un bloqueo o constricción del prana y no
lo dejan fluir, o la de Marte, que afligido causa una sobre
excitación, inquietud y agitación del prana,
pueden ser corregidos a través de los diversos pranayamas.
Otro punto muy interesante es meditar en la relación
de Rahu y Ketu (los nodos de la luna) con el sushumna nadi
y la Kundalini Shakti. La historia mitológica describe
a Rahu y Ketu como un demonio en forma de serpiente que fue
a beber el néctar de la inmortalidad, sólo permitido
a los Devas o seres divinos. Al ser visto por el Sol y la
Luna, éstos lo denunciaron a Vishnu, quien lo corto
en dos, pero al haber ya bebido el néctar se transformó
en inmortal y le fue concedida una función en el cielo
junto a los planetas, causando los eclipses de Sol y Luna
y haciendo a los seres enfrentar sus sombras y conflictos
de karmas no resueltos del pasado.
La serpiente representa la Kundalini Shakti o poder espiritual
latente. Cuando esta energía se encuentra desactivada
o desconectada por consecuencia de karmas previos, se dirige
hacia abajo, cerrando la entrada del sushumna y manifestándose
como la fuerza del deseo, que crea la dualidad en la mente
y la fuerza de atracción y repulsión. Pero cuando
esta dualidad es superada trabajando o pagando las deudas
kármicas previas y actuando desapegadamente sin deseos,
Rahu y Ketu son re unidos o conectados y se transforman en
el poder que lleva la conciencia y la energía creadora
de regreso hacia su fuente o Dios.
El Hatha Yoga Pradipika dice:
“La Kundalini Shakti, otorga la liberación a
los Yogis y la esclavitud a los ignorantes. Quien la conoce,
conoce el Yoga”(3/107)
La misma fuerza, cuando está adormecida o funcionando
sólo en los chakras inferiores es fuente de oscuridad,
insatisfacción, conflictos, dificultades y enfermedades,
esclavizándonos al karma, pero cuando es dirigida hacia
los chakras superiores mediante la purificación de
la mente y los nadis y mediante las técnicas del Yoga,
otorga la iluminación y liberación del karma.
La mitológica búsqueda de la serpiente por el
néctar de la inmortalidad aclara la motivación
última de ésta energía.
El Hatha Yoga Pradipika dice:
“(Cuando) el sushumna se convierte en el camino real
para el prana, la mente es apartada de los objetos, se burla
la muerte.” (3/3)
“Cuando el prana fluye en el sushumna y la mente se
absorbe en el vacío, el conocedor del Yoga, quien puede
poner fin a las variaciones de la mente, extirpa todos los
karmas” (4/12)
“El Sol y la Luna crean la división del día
y la noche. El sushumna consume el tiempo, esto es un secreto.”(4/17)
Mientras que todos los planetas van en una dirección
(movimiento directo), Rahu y Ketu lo hacen en dirección
opuesta o retrógrada. El movimiento hacia delante de
los planetas puede ser visto como el proceso de manifestación
de las experiencias individuales en el mundo objetivo, mientras
que el movimiento retrógrado de Rahu y Ketu nos dan
una idea de que van en el sentido opuesto, es decir, de la
manifestación objetiva y material, de regreso a su
fuente, la conciencia pura o Dios. Esto es lo que la Kundalini
Shakti hace;
primero manifiesta el universo de la conciencia original a
la manifestación objetiva, quedando allí estática
en forma latente, hasta cuando es reactivada y comienza su
camino de regreso, chakra por chakra, de la conciencia material
y objetiva, hacia la conciencia absoluta o Dios.
Otro punto desafiante para el intelecto es el tema de la muerte.
Astrológicamente, el momento de la muerte está
ya determinado en el momento del nacimiento y es parte del
prarabda karma.
Sin embargo, la muerte sólo puede ocurrir por acción
del movimiento de prana en ida y pingala, lo que genera el
tiempo en la mente y permite a las fuerzas astrológicas
actuar, pero cuando el prana es retenido en el sushumna, se
‘burla la muerte”, es decir, no es posible la
muerte. Esta es considerada la única manera de prolongar
la longevidad más allá de lo establecido por
el prarabda karma y la explicación de las historias
de longevidad milenaria de algunos yogis o siddhas.
Sin embargo, ese no es el objetivo del Hatha yoga. La longevidad
sólo es interesante hasta extinguir el karma pasado
por completo y no como un fin en si mismo.
Es importante destacar que el Hatha Yoga debe ser aprendido
de un Maestro cualificado y no mediante libros.
El Bhakti Yoga
Bhakti significa devoción y amor a Dios.
El Bhakti Yoga significa una entrega total a Dios y a su voluntad.
Se establece una relación personal entre la persona
y Dios, a través de la oración, cantos, ceremonias
de adoración o rituales litúrgicos y un recuerdo
y pensamiento constante en El.
Es el camino más característico en mayoría
de las religiones tradicionales.
Los Yogis entienden que si bien Dios es uno, más allá
de toda dualidad y de toda limitación de forma, se
manifiesta en infinitas formas o nombres y cada individuo
puede relacionarse con él de manera diferente, percibirlo,
concebirlo o experimentarlo de un modo diferente. De la manera
en que uno busca a Dios, de esa manera Dios vendrá
a uno.
Por eso el Bhakti Yoga no es una religión en si misma
o un dogma determinado, sino que reconoce a todas las religiones
y formas de fe como válidos si son practicadas con
sinceridad y conducentes a la unión con lo divino.
Cada persona tiene un relacionamiento diferente con Dios.
No podemos imponer una forma o nombre que sea aceptado por
todos.
La esencia del Bhakti, más allá de la forma
exterior en que se practique, consiste en la apertura del
corazón, cultivo del sentimiento de amor cósmico,
abandonando el ego o voluntad individual y desarrollando la
entrega y aceptación de la voluntad divina.
Existen diferentes niveles de progreso en el Bhakti. El principiante,
sólo es capaz de ver o relacionarse con Dios con un
nombre determinado, en un templo determinado y mediante oraciones
y rituales preestablecidos por su sistema religioso.
A medida que se progresa en el Bhakti, Dios comienza a percibirse
en todas las formas, en todos los seres, en el propio interior
y en todo momento.
Los elementos más importantes en Bhakti son el amor
y la entrega. Al comienzo una persona solo es capaz de amar
a unas pocas personas, generalmente asociadas a la idea de
“yo” y “mío”. Uno dice: yo
amo a mi Dios, mis padres, mi esposa o mi esposo, mis hijos,
mis amigos, mi perro, mi gato etc.
El Bhakti consiste en expandir este amor hacia todos los seres,
percibiendo la manifestación de Dios y de la propia
alma en todos los seres y en toda la creación. No es
un estado emocional o romántico, ni teórico,
sino una experiencia que se va desarrollando gradualmente
a través de la purificación de la mente y el
ego, que lleva al éxtasis místico.
La actitud del Bhakta o devoto frente a la vida y el mismo
karma, es de aceptación y entrega.
El bhakta no intenta cambiar la situación de la vida
y su karma, como en otras formas de Yoga, sino de aceptarla
como voluntad de Dios. El devoto reza: “Dios, que se
haga tu voluntad y no la mía”.
Sólo Dios sabe lo que es bueno para uno y lo que a
veces no nos gusta de nuestra vida, es lo que necesitamos
experimentar para progresar espiritualmente. Muchas veces
las adversidades en la vida son lo que despierta la búsqueda
por una respuesta y una necesidad de entender el propósito
superior de la vida.
Muchas personas descubren el verdadero amor y valor de la
paz interior luego de haber pasado por pruebas muy duras,
pérdidas de seres queridos o enfermedades.
Dios es realmente nuestra Alma y todo lo que ocurre es su
voluntad y su juego divino. Nuestra mente es finita y no es
capaz de comprender el plan divino y la inteligencia cósmica
detrás de todos los eventos.
La mente está bajo la influencia del principio llamado
“raga y dwesha” que significa atracción
y repulsión.
Deseamos lo agradable y tememos lo desagradable, pero a veces
lo que empieza como placer termina en sufrimiento y viceversa.
Dios es el amo o rey de la creación y está más
allá de las leyes de la naturaleza e incluso de la
misma ley del karma.
Por eso, la devoción sincera es capaz de causar los
llamados “milagros”, es decir, cambiar algo que
parece imposible de entender para el limitado intelecto.
Las fuerzas de los planetas o Grahas están bajo el
control de la voluntad divina. Se dice que Dios siempre protege
a quien se refugia en él, (aunque su ayuda puede no
ser de la forma que uno lo espera).
Por lo tanto el devoto no teme al karma ni a los planetas.
“Dios mío, concédeme
serenidad
para aceptar lo que no puedo cambiar;
Valor para cambiar lo que puedo;
Y sabiduría para reconocer la diferencia.”
San Francisco de Asís
El Gñana Yoga
Es el camino del conocimiento o sabiduría. Es considerado
un camino difícil, que requiere un gran progreso previo
en los otros Yogas y un alto grado de despertar espiritual,
logrado a través de muchas vidas.
Gñana significa conocimiento, pero no un conocimiento
de objetos, sino el conocimiento del Ser, o la verdadera naturaleza
del Yo.
Este Yoga esta basado en la filosofía Vedanta, contenida
en la última parte de los Vedas llamadas Upanishads.
Su enseñanza es que la causa de todo el sufrimiento
es la ignorancia de la propia naturaleza y la identificación
errónea con el ego, la mente y el cuerpo.
Toda la experiencia de dualidad, sufrimiento y separación
entre el individuo y la felicidad, el todo, Dios o Brahman,
es debido a una ilusión creada por la propia mente
en el estado de ignorancia.
Somos ya la felicidad perfecta, declaran los Upanishads. Somos
el Alma o “Atman”, el Ser inmortal, uno con Dios,
infinitos y luminosos, sin embargo la ilusión mental
nos hace identificarnos con el cuerpo y con los pensamientos,
los que crean una personalidad o ego, que erróneamente
identificamos como el yo. Esta ilusión es llamada “Maya”,
y es muy difícil de superar.
La agitación de la mente crea como un velo, que impide
percibir la realidad.
Así como el sol siempre brilla aunque cuando esta nublado
no lo vemos, el Ser siempre brilla, aunque debido a la densa
niebla creada por la mente, no lo percibamos.
El cuerpo esta en constante cambio y transformación,
también todos los objetos físicos y la propia
mente. Sin embargo hay una realidad detrás, que no
cambia. Una conciencia o eterno testigo silencioso.
El Atman o Ser es siempre el mismo, aunque el cuerpo y la
mente cambien. El Ser es eterno. Ya existía antes del
nacimiento y seguirá existiendo después de la
muerte del cuerpo. Podemos observar como la personalidad puede
cambiar completamente en una persona. Simplemente la personalidad
de una persona cuando es niño en diferente a cuando
es un adolescente o cuando es anciano, sin embargo sabemos
que el ser es el mismo.
Todos los procesos de nacimiento, crecimiento, cambio, decadencia
y muerte afectan solo al cuerpo y no al Ser. Todo el sufrimiento
se genera al identificar erróneamente lo cambiante
y pasajero con el Ser.
Intuimos que existe la felicidad, ya que ésta es nuestra
naturaleza esencial, pero debido a la ignorancia e ilusión,
buscamos la felicidad en el exterior, en lo que podemos percibir
con nuestros sentidos, y esa felicidad nunca llega. Pensamos
que si poseyéramos todo lo que deseamos seríamos
felices, pero aun logrando esa posesión la felicidad
no llega y siempre parece que falta algo, generando más
y más deseos, lo cual es la causa del karma y del enredo
del alma en el mundo material y su sufrimiento.
El Gñana yoga consiste en reconocer este juego e ilusión
de la mente, y meditar en el Ser interno.
Los principales medios para hacerlo se llaman “Viveka”
y “Vairagya”.
Viveka significa discernimiento o discriminación entre
lo real e irreal o ilusorio, entre el Ser y el ego, entre
lo permanente y lo pasajero. Es un entrenamiento del intelecto,
que esta atento reconociendo constantemente los juegos del
ego y la Maya.
Vayragya significa desapego o desapasionamiento y consiste
en reconocer la existencia efímera de todo lo percibido
por los sentidos, la renuncia a los deseos y a intentar obtener
la felicidad de ellos.
El Gñani es aquel, que a través de este discernimiento
y desapego, ha alcanzado la ecuanimidad y perfecta paz mental.
Su mente ya no es perturbada por los pares de opuestos, como:
calor y frío, atracción y repulsión,
agradable y desagradable, ganancia o pérdida, alabanza
o crítica, etc.
El Gñani esta siempre satisfecho en el Ser interno,
bebiendo la dicha del alma y su naturaleza divina, y no tiene
deseos, por lo cual cesa de generar karma y se libera del
ciclo de nacimientos y muertes.
El Gñani es como un actor que ejecuta su papel en la
obra de esta vida, pero permanece siempre conciente de que
es solo un papel temporal y no se identifica con su personaje.
El Gñana Yoga es una meditación constante en
el Atman y su naturaleza pacífica, eterna y luminosa.
El Alma o Atman no es afectado por la ley del Karma ni por
los planetas. Estos solo operan en los cuerpos físico,
astral y causal, pero no en el Atman. El Ser no actúa,
sino que es siempre el testigo silencioso. Es el ego el que
se siente el hacedor y se enreda en el karma.
He aquí una descripción del Bhagavad Guita:
“El Yo no ha nacido ni muere nunca. Cuando llega a ser,
ya nunca deja de existir. Es no-nacido, eterno, inmutable
y antiguo. No muere cuando matan al cuerpo.”
“Igual que un hombre desecha la ropa gastada y se pone
una nueva, el YO encarnado desecha los cuerpos gastados y
entra en otros nuevos.”
“Las armas no lo cortan, el fuego no lo quema, el agua
no lo moja, el viento no lo seca.
Este YO (Atman) no puede ser cortado, quemado, mojado ni secado.
Es eterno, omnipenetrante, firme, antiguo e inmóvil.
“Se dice que este YO es inmanifiestado, impensable e
inmutable. Por eso, sabiendo esto, no debes entristecerte.”
(cap 2/ 20-25)
El Karma Yoga
Karma yoga es el yoga de la acción.
En el Bhagavad Guita el Yoga es definido como : “destreza
en la acción”.
Toda acción genera una reacción. La reacción
o Karma generado por la acción depende de la intención
que la motiva. Dos personas pueden estar haciendo la misma
acción externamente, pero con intenciones muy distintas.
Por ejemplo dos personas van a ayudar a una tercera. La primera
lo hace simplemente para ayudar a aliviar su sufrimiento mientras
que la segunda lo hace para esperar recibir un favor a cambio,
o para que otros lo vean como bueno. Obviamente, la reacción
generada será diferente.
El Karma Yoga consiste en la acción o servicio desinteresado.
Cada acción hecha con una expectativa nos ata a tener
que cosechar una reacción, la cual nos lleva a la vez
a generar nuevas acciones y esto nos enreda en el circulo
vicioso del karma.
Todos debemos actuar. Sin ejecutar ninguna acción no
es posible ni la supervivencia del cuerpo físico.
Como hacer entonces para liberarnos del circulo del Karma
su atadura?
La clave consiste en ejecutar la acción como un deber
a cumplir, pero sin expectativas por sus resultados.
Cada persona, de acuerdo a un karma previo, tiene un Swadharma,
un deber que hacer (que puede verse en la carta natal), un
servicio que brindar al mundo y un sacrificio que hacer por
los demás. Existe un deber para cada uno de acuerdo
a su trabajo, hay un deber de padre, de hijo, de ciudadano,
etc. y de actuar con justicia y rectitud frente a las situaciones
inesperadas que se presenten.
Cumpliendo el propio deber con lo mejor de la propia capacidad
y sin esperar ninguna recompensa ni resultado, es como se
agota o termina el karma pasado sin generar karma futuro.
Esta forma de acción trae automáticamente la
paz mental.
El gran obstáculo para la autorrealización espiritual,
es el Ego o egoísmo. Siempre estamos actuando pensando
en que recompensa o ganancia vamos a recibir a cambio. El
ego siempre quiere tomar para sí mismo en vez de dar.
Esta actitud inconscientemente genera el sentimiento de separación
de los demás y del universo entero, dejando un sentimiento
de insatisfacción, contracción y limitación
mental, aislamiento, miedos y vacío interior. El egoísmo
es como un gran velo que con su densa energía cubre
y oculta la luz interior del Alma.
En cambio al ejecutar acciones de servicio a los demás
y al universo sin expectativas de ganancia, la mente se expande
y el ego se desvanece desvelando la luz interior.
El alma o Atman se haya presente en todos los seres y la entera
creación. Sirviendo a otros reconocemos nuestra presencia
y la presencia de Dios en todos los seres, expandiendo la
conciencia y realizando a Dios.
Llega un momento en el que servir otorga mas satisfacción
que recibir.
El servicio desinteresado es una de las formas mas efectivas
de superar las limitaciones e impurezas del ego, y un factor
necesario para todo progreso espiritual.
El Karma Yoga se combina eficientemente con el Bhakti Yoga
cuando se ejecuta la acción como un servicio a Dios,
reconociéndolo en todos los seres y se le ofrecen los
resultados.
También con el Gñana Yoga, cuando se ejecutan
las acciones sin deseos personales, sintiéndose como
un instrumento y no como el hacedor. El Atman nunca actúa,
permaneciendo siempre como el testigo silencioso.
Por favor no copiar,
editar, traducir o publicar este texto parcial ni totalmente,
sin la autorizacion del autor. De haber interes en compartirlo,
por favor hacerlo compartiendo el link o por otro tipo de
uso escribir a : jyotish@9graha.com.
Copyright © by
Jyotish9graha, todos los derechos reservados.
Contactanos en jyotish@9graha.com
El contenido, imagenes y codigo
HTML esta protegido y no puede ser copiado, reimpreso, publicado,
traducido o distribuido de cualquier otra forma sin consentimiento
explicito.
|